Por una reconstrucción abierta
María del Carmen Nava Polina
10 de septiembre de 2019
La resiliencia es la capacidad de las personas de adaptarnos positiva y constructivamente a situaciones adversas. A dos años del sismo del #19S en la Ciudad de México, ¿qué hemos aportado para construir resiliencia? ¿Tenemos protocolos de actuación, de información ante cualquier tipo de desastre que ocurriera? El reto de transparentar los recursos y la toma de decisiones de los trabajos de la reconstrucción queda corto, si lo comparamos con el reto de generar cultura de prevención y protección civil para salvaguardar la vida propia. Pero ambos son indispensables.
¿Para qué sirve la apertura?
El Estado abierto es tan útil y cotidiano como queramos. Un nivel avanzado de apertura implica difundir, sistematizar información que permita y facilite la consulta, el análisis, la evaluación del quehacer público. Pero, sobre todo, debe mostrar un aprovechamiento social y generar bienestar.
El piso mínimo del Estado abierto consta de cinco elementos:
- Transparencia y rendición de cuentas.
- Participación y co-creación.
- Integridad y prevención de conflicto de intereses.
- Lenguaje sencillo, formatos abiertos y accesibles.
- Memoria y archivo.
Estos elementos deben existir al mismo tiempo, e interactuar de manera permanente, para que podamos identificar una apertura institucional real. Todas las personas podemos aportar a un Estado abierto, exigir su operación cotidiana, a través de la inteligencia pública.
Por ello, y bajo este tenor, es que realizamos el primer Coloquio por una Reconstrucción Abierta en la Ciudad de México, el pasado 2 de septiembre (pueden consultar toda la información en el micrositio). Enfocamos la apremiante necesidad de apertura en torno a tres mesas: 1) el papel de la transparencia y la apertura en el proceso de reconstrucción; 2) hacia una CdMx más abierta, sostenible y resiliente, y 3) reflexiones finales y agenda de reconstrucción para la CdMx.
El objetivo, por ende, es colocar en el debate público si nos estamos haciendo cargo de construir e implementar protocolos de actuación, de información, de prevención y de construir resiliencia en la esfera pública y en la privada. Y por lo expuesto en este primer coloquio, tenemos mucho por hacer y por articularnos.
Un planteamiento que se esbozó en distintas participaciones es si contamos con una especie de “protocolos de transparencia” que brinden información sobre cómo actuar en situaciones de emergencia. Cabe preguntarnos: ¿hay información necesaria o no para reaccionar?, ¿podemos tomar decisiones a partir de lo que hay público?, ¿utilizamos la información que ya es pública?, ¿hay información sistematizada para gestión integral de riesgos?
Se buscan personas expertas…
En la primera mesa estuvieron Miriam Castillo, Periodista en Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad; Guillermo Cejudo, Secretario Académico del CIDE; Ixchel Cisneros Soltero, Directora de la iniciativa El día después; Peniley Ramírez, Corresponsal de Univision y el Heraldo de México, y Naxhelli Ruiz Rivera, Investigadora Titular A de Tiempo Completo y Secretaria Académica del Instituto de Geografía de la UNAM. El diagnóstico a dos años del terremoto del #19S fue contundente:
- Se requiere prácticamente ser un experto para obtener la información. Hay casos en los que la información se obtuvo luego de siete meses y con un c osto de $1,500. Las personas damnificadas no encuentran ayuda inmediata en el acceso a la información, la transparencia es ajena a las necesidades inmediatas.
- Es necesario contar con claridad y previsibilidad para elaborar protocolos de información para casos de emergencia.
- Una vez detectadas las necesidades de información de la población, debe haber transparencia proactiva, buscar formas simples y herramientas para acercar dicha información a la comunidad.
- Aprovechar la experiencia de sociedad civil y personas de a pie que se articularon ante la ausencia de la reacción pública.
- Debe contarse con protocolos de protección de datos personales y de resguardo de archivos.
- Es inminente el aprovechamiento de la participación comunitaria y construir sistemas de información abierta que permita la planeación.
Prevención pública y privada
Ahora bien, en la segunda mesa participaron Francisco Aguilar, en representación del Coordinador del Programa de Apoyo a la Reducción de Riesgos de Desastres en México del PNUD; César Arnulfo Cravioto Romero, Comisionado para la Reconstrucción de la CDMX; Carlos Flores Vargas, Director General de Corazón Capital; Ana Lucía Hill, Directora en Yo Soy Protección Civil, La Iniciativa; y Myriam Urzúa Venegas, Secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil.
Entre las principales ideas que se expusieron, fueron:
- Se requiere el fortalecimiento comunitario para la reducción de desastres en emergencias, así como una corresponsabilidad en la esfera individual, del cuidado y prevención desde casa y con el núcleo familiar e inmediato.
- Ante la desarticulación condominal, la reconstrucción es más compleja porque no hay cabezas ni responsables únicos de edificios afectados.
- Es indispensable recordar que hay 23 empresas con instalaciones debajo de la Ciudad de México, por lo que la prevención de riesgos es una tarea crucial. La actualización del atlas de riesgos es una tarea permanente y colaborativa con distintos ámbitos de gobierno (alcaldías y jefatura de gobierno).
La información salva
En la mesa de cierre participaron Mónica Tapia Álvarez, Directora de Ruta Cívica y Coordinadora de CIUDADanía19S; Oscar Mauricio Guerra Ford, Comisionado del INAI; Juan José Serrano Mendoza, Secretario de la Oficina de la Contraloría General de la Ciudad de México; César Arnulfo Cravioto Romero, Comisionado para la Reconstrucción de la CDMX en representación de la Jefa de Gobierno; Julio Bonilla, Comisionado Presidente del Info CdMx, y quien esto escribe, como coordinadora de la agenda de Estado Abierto del mismo órgano garante. Parte de lo expuesto fue que:
- La información puede implicar la sobrevivencia de una persona; ésta puede dividirse en tres etapas: antes de la emergencia, durante y después.
- Se requiere dar un seguimiento al uso del dinero público y en caso de desviaciones, mal uso o falta de comprobación, asignar responsabilidades en personas servidoras públicas.
- No son claras las reglas de operación de los recursos de reconstrucción.
- Sería muy importante generar concejos de protección civil en distintos niveles, que permitan facilitar la institucionalidad.
- Puede sumarse al colegio de ingenieros como actores importantes en el proceso de la reconstrucción.
- No hay inventarios de edificios, inmuebles dañados por el #19S. Falta información sobre el detalle de recursos públicos y privados con los que trabajan los fideicomisos de la reconstrucción.
- En Contraloría han detectado al menos 23 edificios con irregularidades en la asignación de recursos de la reconstrucción, por lo que corre el procedimiento de verificación y, en su caso, asignación de sanciones.
- El gran reto en la capital del país es aterrizar estos planteamientos en materia de planeación.
Plan de acciones
La realidad en el cumplimiento del piso mínimo de obligaciones de transparencia de la información de la reconstrucción respecto del año 2018, se encuentra parcial. En la evaluación vinculante que realizamos en el Info CdMx (facultad que coordino, al igual que Estado Abierto), se observó el 55.7% de cumplimiento, frente el promedio del 66% con el que cuenta la información de los 146 sujetos obligados de la capital.
Hay una gran área de oportunidad para completar la base legal de transparencia. A partir del cumplimiento total de obligaciones de transparencia, se podrá avanzar en transparencia proactiva, en apertura institucional y construcción de resiliencia desde lo público. Los resultados de la #EvaluaciónCdMx 2018 pueden consultarse a detalle, datos abiertos y se encuentran infografías por ámbito de la Ciudad de México, que concentran recomendaciones.
La aportación de este primer Coloquio por una #ReconstrucciónAbierta es visibilizar las problemáticas enfrentadas a dos años del sismo, para trabajar sobre un plan de acciones que aproveche la inteligencia pública y así proyectar no sólo la apertura de la reconstrucción, sino una ciudad resiliente, con comunidades que prevengan y haya garantía de que la transparencia es socialmente útil y puede contribuir a salvar vidas.
Este plan de acciones por una #ReconstrucciónAbierta deberá privilegiar espacios multisectoriales y multiactores, de tal manera que a partir de mesas interdisciplinarias con sociedad civil, actores sociales, academia, organismos garantes (INAI e InfoCdMx) e instituciones públicas, se podrán trazar los primeros planos de una reconstrucción con apertura. Si no fuera así, no utilizaríamos lo dolorosamente aprendido y documentado en estos dos años, tras el sismo de 2017.
Texto publicado en Animal Político.