Incumplen legisladores con principios de parlamento abierto. Consideran expertos que el órgano sigue trabajando con opacidad.
Lorena Morales (15 junio 2016)
La ALDF es un Parlamento Abierto, pero sólo de nombre, pues los legisladores incumplen los principios básicos para serlo, coincidieron especialistas.
El 27 de abril, la Comisión de Gobierno aprobó el Manual de Identidad Gráfica de la Séptima Legislatura, documento que estableció la nueva imagen y lema del órgano legislativo.
Una rosca de colores que gira hacia la izquierda, acompañada de la frase “Parlamento Abierto. La voz de la Ciudadanía”, es la identidad para la Séptima Legislatura.
Lo que pregona la ALDF sólo quedó en un logotipo, porque los legisladores siguen trabajando con opacidad, consideró la representante de Visión Legislativa, Maricamen Nava.
“Parlamento Abierto no es ni declararlo ni firmarlo en una alianza, sino concretizarlo en acciones muy específicas, con qué actualización está hecha, con qué claridad y sustento están erogados los recursos legislativos. Todo eso tienen que darnos explicación a cada uno de los Congresos locales y la Asamblea”, dijo.
El investigador del Colegio de México, Khemvirg Puente, consideró que las prácticas legislativas de los actuales diputados locales son un ejemplo de parlamento opaco que impide la participación de la sociedad.
“Es un parlamento que no cumple con sus propias disposiciones reglamentarias y es una legislatura que se aleja de cualquier modelo de parlamento abierto, con esto quiero decir, que el cambio de imagen no cambia las prácticas que suele tener la Asamblea Legislativa y que no basta con cambiar de logotipo, lo que se requiere es cambiar las prácticas legislativas”, opinó Puente.
Un Parlamento Abierto pone al ciudadano como centro de las decisiones y no sólo observa, sino que participa y tienen las puertas abiertas del órgano legislativo, precisaron los especialistas.
Para obtener esa calificación, los Congresos deben cumplir con ciertas variables, entre otras el Derecho a la Información; Participación Ciudadana y Rendición de Cuentas; Información Parlamentaria; e Información presupuestal y administrativa.
La última ocasión en que se llevó a cabo una evaluación de este cumplimiento fue en abril de 2015 con la anterior Legislatura.
El director de la organización no gubernamental Impacto Legislativo, Diego Díaz-Iturbe, destacó que los diputados no han hecho el intento para echar a andar el mecanismo que los lleve a ser abiertos.
“No puedo decir ni siquiera calificar si está reprobada o no porque un ‘cero’ significa que no se ha hecho absolutamente nada al respecto, más que cambiarle el nombre. Nosotros esperaríamos que, después de haber tomado posesión hace casi un año, los legisladores de la Asamblea, ya hubieran hecho algo al respecto para adherirse a la declaración de Parlamento Abierto o para empezar a tomar acciones”, apuntó Díaz-Iturbe.
Diego Díaz-Iturbe
director de Impacto Legislativo
“Parlamento Abierto es como si lo viéramos como una mesa, de un lado están sentado los ciudadanos, expertos y del otro están los legisladores, nada de esto ha ocurrido”.
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