“A lo que le apuestan los legisladores, es al olvido”. Me decía un colega que actualmente es diputado local. Coincidí -¿cómo no hacerlo?- y extendí el argumento hacia los políticos. Apuestan a pasar del escándalo de la coyuntura, de la primera plana, del rechazo público, de la manifestación en las calles; a la inacción, a la pasividad ciudadana, a que no se dé seguimiento a los temas problemáticos ni pidan cuentas.
Apuestan al olvido del interés público. Y penosamente, es un recurso exitoso y frecuente. En contraparte: ¿a qué apostamos los ciudadanos? Hay manifestaciones, firmas de acuerdos, de alianzas, reclamos, investigaciones, llamados y gritos de ya basta (o de #YaMeCansé), pero ¿quién se ocupa de tomar una sola causa, estructurar soluciones, proponer, exigir y llevarla a sus últimas consecuencias? ¿Es posible brincar esa apuesta al olvido, al menos en una de las partes?
En la boca del lobo
El no revisar lo que aprueban los legisladores en el presupuesto de egresos, en la recaudación de ingresos, en los programas presupuestales y reglas de operación, tiene un costo. Un costo de desconocer en qué, cómo se gastan los recursos públicos y qué resultados se obtienen de su uso. La lógica de que sólo los contribuyentes deben estar interesados en cómo se gasta, es una falacia.
Economía informal o formal, una noticia: #TodosPagamosImpuestos Pagamos impuestos a través de las tasas al consumo, a los servicios. De acuerdo con cifras de OCDE-CEPAL-CIAT los impuestos generales para el consumo representan el 33.8 por ciento de los ingresos tributarios de los países de América Latina y el Caribe.
Si consideráramos que México tuviera este promedio de aportación fiscal vía impuestos al consumo, tendríamos que tres de cada diez pesos –por lo menos- lo genera cualquier consumidor, esté en la economía formal o no. ¿Nos interesa conocer en qué se utilizan estos recursos que aportamos?
El dinero se utiliza en todos los niveles de gobierno y en todas las instituciones del Estado. Los recursos públicos llegan a manos de particulares a través de organizaciones de la sociedad civil, de licitaciones, de contratos públicos, de universidades (entre otros muchos). En el mundo ideal y constitucional de transparencia, debe quedar claro su uso, destino y resultados. ¿Esto ocurre así? Veamos un caso muy local.
El Delegado Alejandro Fernández (PRD) en la demarcación de Cuauhtémoc, tiene (como todos los jefes delegacionales) las funciones básicas de proporcionar alumbrado público, limpieza y pavimentación. En la Colonia Roma, decidió remover las banquetas de dos zonas muy conocidas: el camellón de Álvaro Obregón y la glorieta de la fuente de la Cibeles.
Remueven el adoquín en sitios donde no se requiere por estar en buenas condiciones y decide abandonar el alumbrado público de ciertas calles y dejar crecer los grupos de franeleros, como se puede observar en Chihuahua (entre Orizaba y Jalapa); calle en la que los paseantes o vecinos deciden no entrar cuando oscurece, por ser la boca del lobo.
Los paseantes no circulan, los negocios pierden ventas y las condiciones de seguridad son lamentables. La elección del uso de recursos para embellecer lo que sí funciona, tiene repercusiones claras: los franeleros se fortalecieron, generan narcomenudeo, robos y alianza con los valet parking de los negocios circundantes a la Colonia Roma.
Resultados de inacción pública
Y los costos de estas decisiones delegacionales, van más allá: la elección pública de no actuar del delegado, generó el ambiente propicio para que hace unas semanas un hombre (conserje de un edificio ubicado sobre la calle de Jalapa cercano a Chihuahua), perdiera la vida a causa de la golpiza propinada por los franeleros, por la simple razón de cuidar la entrada del edificio en el que trabajaba.
Luego de dibujar el hilo conductor de elección-costo-consecuencia pública, ¿importará observar en qué se destina el uso de los recursos públicos y pedir cuentas a los representantes sobre las decisiones que toman? La vida puede ir de por medio…
Aquí hay un problema claro de seguridad pública y de proporcionar las condiciones mínimas de convivencia social para que el turismo, la actividad económica de la zona y los habitantes, se desarrollen de la mejor forma. Malas decisiones del gobierno, a cualquier nivel, tiene consecuencias directas en la calidad de vida. ¿Y qué vamos a hacer con ello como ciudadanos? ¿Quejarnos sin vigilar, sin exigir?
Ni qué decir del caso de Ayotzinapa y la muerte de normalistas. Cabe preguntar ¿cuántos recursos públicos se destinaron al tema de seguridad en el estado de Guerrero? ¿Cuántos recursos se dieron a la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”? ¿Cuáles han sido los avances en los indicadores de educación y de seguridad en la entidad? Más allá de la indignación por la ineptitud e irresponsabilidad del Estado, ¿cómo vamos a exigir que resuelva no sólo las implicaciones de Ayotzinapa, sino que las políticas públicas que lleven a cabo, arrojen bienestar público?
Delegaciones e información
Es indispensable tener servidores públicos responsables, que rindan cuentas de sus decisiones y que comuniquen las actividades que llevan a cabo; tan indispensable como ciudadanos interesados y con fuerza, no sólo en las calles sino en el día a día.
En la metrópoli se presume del incremento del uso de redes sociales pero no se ha logrado consolidar un cambio para mejorar la difusión de tareas de instituciones y representantes hacia los ciudadanos. ¿Cómo se ha comportado la actividad tuitera de delegados y delegaciones en el DF en el último semestre?
Hay 51.2 millones de internautas, ocho de cada diez utilizan redes sociales, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI) en su reporte de mayo 2014. Seis de cada diez personas en el Distrito Federal utilizan internet; es la entidad federativa con mayor uso por encima del promedio nacional del 43.5 por ciento de acuerdo con el INEGI. Pero esa característica no ha permeado del todo en el uso de twitter como medio de comunicación de los delegados.
En el reporte semestral que realizamos en Visión Legislativa sobre el uso de twitter, encontramos que el crecimiento porcentual en tuits de delegaciones va del 7 al 65 por ciento. Hay dos ausentes en el uso de esta red social: la delegación de Tláhuac y el delegado de Xochimilco, Miguel Ángel Cámara.
Por su parte, en el ranking de tuits, se encuentra en primer lugar Miguel Hidalgo (PRD), le siguen Benito Juárez (PAN) y Cuajimalpa (PRI). A su vez, en el ranking de delegados, ocupa el primer sitio @AdrianRubalcava de Cuajimalpa (PRI), en segundo sitio @vromo de Miguel Hidalgo (PRD) y @leonel_luna de Álvaro Obregón (PRD).
Hay un detalle que cabe resaltar: el uso de esta red social en delegados vs delegaciones, es diferenciado. Al comparar el crecimiento de tuits entre abril y octubre de 2014, encontramos cuatro casos en el que se incrementó el uso de la cuenta personal más que la de la delegación: Benito Juárez, Tláhuac, Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza. Esto habla de la singularidad en la forma de comunicar de acuerdo a cada demarcación.
Llamado a la participación
Si bien hay cuentas que pueden responder a dinámicas artificiales por tener detrás de ellas empresas que se dedican al manejo de redes y crear bots, es indispensable que todo servidor público utilice las herramientas básicas para comunicar sus actividades. Si alguno de los lectores elige adoptar y retroalimentar una relación bidireccional (al menos en redes sociales) de los delegados y delegaciones, aquí les dejamos la lista de cuentas.
Para las elecciones de 2015 será indispensable seguirles la pista. ¿Quiénes de estos delegados buscarán ser diputados locales o federales?
Cuentas de twitter delegaciones y delegados DF
Delegación | Delegación | Jefe Delegacional |
Álvaro Obregón | @daogobmx | @leonel_luna |
Azcapotzalco | @AzcapotzalcoDF | @palaciostrejo |
Benito Juárez | @DelegacionBJ | @JorgeRoHe |
Coyoacán | @Del_Coyoacan | @mauriciotoledog |
Cuajimalpa | @CEADDE | @AdrianRubalcava |
Cuauhtémoc | @E_CuauhtemocMX | @a_fernandezDF |
Gustavo A Madero | @gamadero | @AriasNora |
Iztacalco | @iztacalcoXti | @elizabethmateos |
Iztapalapa | @Del_Iztapalapa | @Valencia_Guzman |
Magdalena Contreras | @DelegacionMC | @Leticia_Quezada |
Miguel Hidalgo | @delegacionMH | @vromog |
Milpa Alta | @Del_MilpaAlta | @VictorMonterola |
Tláhuac | @DelegTlahuac | @AngelinaMndez |
Tlalpan | @Dtlalpan | @maricelacj |
Venustiano Carranza | @D_Vcarranza | @jmballesterosl |
Xochimilco | @DelegacionXochi | @MiguelACamara |
Fuente: Informe semestral de redes sociales y políticos DF, Visión Legislativa con cortes de información 3 octubre 2014.
Apostar al olvido es muy costoso.
Hagamos un recuento muy breve de algunos olvidos, con una pregunta de fondo: ¿los empresarios se han percatado del costo que implica la desmemoria sobre las actividades políticas, legislativas y públicas? ¿Tienen la suficiente información para tomar decisiones de inversión y procurar el crecimiento económico en sus ramos?
Olvidamos que la Asamblea Legislativa del Distrito Federal firmó compromisos para ser un parlamento abierto hace un año, y sigue con enormes deficiencias.
Olvidamos que los partidos políticos no tienen reglas democráticas y transparentes en la elección de candidatos y pueden elegir aspirantes a representantes como el presidente municipal de Iguala.
Olvidamos que los partidos políticos por ley debe transparentar su militancia y el mismo INE pide que se solicite por acceso a la información.
Olvidamos que los moches estuvieron presentes en la discusión del presupuesto 2014; ¿cuál es el enfoque para eliminarlos en la discusión del presupuesto 2015?
Olvidamos que los diputados federales tienen una Comisión de Transparencia que lo único que hace es participar en foros en la materia pero que no transparenta al interior y que no se ha pronunciado a favor de la aplicación de medidas de parlamento abierto.
Olvidamos que los diputados federales tienen un consejo ciudadano de transparencia que no ha funcionado por más de dos años.
¿A qué apostamos con preservar el olvido? ¿A quién beneficia? Salir a las calles no es suficiente para rebasar el olvido y exigir. Hay que arrastrar el mouse y proponer. ¿Quién se apunta?
Aquí el texto completo: