«Sólo cuando hemos eliminado el daño que llevamos dentro nos volvemos verdaderamente útiles para los demás» – Sogyal Rimpoché.

¿Así es el servidor público en México? Limpio ¡¿para ser útil?! Quien lo esté en los aspectos afines al ejercicio de gobierno: que emita declaraciones patrimoniales, de intereses, fiscal, tenga capacidad para ostentar el cargo y haya dado resultados, que continúe. ¿Con cuántos funcionarios y representantes nos quedaríamos si hiciéramos una revisión exhaustiva?

Simplemente, de 628 legisladores federales sólo 7 han publicado sus declaraciones patrimonial, fiscal y de intereses, en el programa Legislador Transparente que promueven IMCO y Transparencia Mexicana. Eso sin contar los 1,136 diputados locales que hay en el país.

Aún más: de los lectores: ¿quiénes se apuntarían a un cargo de representación? Los ciudadanos: ¿estaremos listos para ser verdaderamente útiles a los demás? Hagamos un recuento de autocrítica.

Un elefante blanco

La burocracia es escasamente estudiada, menos profesionalizada e incluso despreciada, en México. Ésta es el sistema nervioso de los gobiernos; ¿quién se ocupa de mejorarla, capacitarla, evaluarla y proyectarla? La burocracia, a la par de un equilibrio de poderes en ejercicio pleno, haría que no se requiriera con tanto ahínco un sistema nacional anticorrupción.

¿Quién vigilará al sistema nacional anticorrupción? Aún no termina por aplicarse la Ley General de Contabilidad Gubernamental, la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, la Ley Federal Anticorrupción en Contrataciones Públicas, y tantas más… ¿Se percatarán de lo irregular que es imaginar que la solución está en un lugar que aún no existe?

La corrupción está en cada pequeño acto u omisión del ejercicio y fiscalización de gobierno, de las políticas públicas, de los nombramientos y supervisión del trabajo que se realice. La corrupción está en el Poder Legislativo que no es un verdadero contrapeso por la falta de ejercicio de sus facultades; la corrupción está en desaparecer por “recorte presupuestal” comisiones de investigación sin saber los resultados que generaron en la Cámara de Diputados.

La percepción de corrupción en partidos políticos, funcionarios y legisladores es muy similar de acuerdo con encuesta realizada por el grupo Reforma. El sistema que está por gestarse, no vendrá a ser solución de la ausencia de evaluación y aplicación de la legislación en la operación cotidiana gubernamental. Sabemos que es mucho menos atractivo monitorear a la burocracia y a las políticas públicas, que crear un pomposo y “sofisticado” sistema nacional anticorrupción.

Se piden grandes cambios que nadie evalúa; se requiere mayor presupuesto a programas sociales cuando ni siquiera hay un enfoque de población beneficiada. Hace años el debate era la federalización de recursos públicos y facultades en materia de educación y de salud; ahora la comprobación de gastos es un gran inconveniente, en conjunto con la ausencia de sanciones, como lo señala la Auditoría Superior de la Federación.

Frente a los mayúsculos problemas de seguridad pública y seguridad nacional ¿quién vigila y pide cuentas a la Comisión Bicamaral de Seguridad Nacional integrada por senadores y diputados y que tiene funciones específicas en la ley de la materia? ¿Quién vigila al vigilante?

Más militantes ¿más votos?

Luego de tremenda caída en las preferencias y en su militancia en 2012, el Partido Acción Nacional vuelve a engrosarse. En los últimos siete meses, en las 32 entidades federativas el PAN ha crecido un promedio de 37 por ciento en militantes. Al corte que realizamos en Visión Legislativa a finales de enero de 2015, había más de 474 mil.

El puntero en crecimiento de militancia es Puebla, con 159% (pasó de 13,802 panistas a 21,992). Le siguen Baja California, Guerrero, Oaxaca, Baja California Sur, Aguascalientes y el Distrito Federal, con incrementos del 128 a 50 por ciento.

En ninguna entidad se observó una reducción de militancia. ¿Este movimiento partidista dará más votos en las urnas? La experiencia electoral de 2012 mostró que no, aquí puede consultarse el análisis publicado.

Aún no se ha medido el efecto de la opacidad en la elección de candidatos en los partidos políticos y/o el porcentaje que representa la percepción de transparencia-opacidad en las urnas. Sin embargo, y sólo como deseo ciudadano, esperemos que el interés por la rendición de cuentas no sólo sea discursivo y de unos cuantos. Demandar responsabilidad a los partidos políticos en su toma de decisiones, es labor de todos.

Donde los fantasmas habitan

A lo largo de los textos del blog de Visión Legislativa, hemos divulgado las facultades que tienen –y no ejercen- los legisladores. Presentamos propuestas, diagnósticos, colaboraciones. Así transcurrieron más de dos años y una legislatura completa en la que revisamos las promesas electorales, la dinámica de militancia y reglas de partidos políticos, la apertura y trasparencia legislativa en congresos locales y alimentamos la bitácora ciudadana por la rendición de cuentas. ¿Para qué ha servido?

Los fundadores de Visión Legislativa, el politólogo y administrador Jorge Yáñez López y quien esto escribe, nos dimos a la tarea de colocar nuestra experiencia de más de veinte años, al servicio de analizar el papel que juegan las instituciones legislativas y de partidos en el sistema político mexicano, y aportar evidencia empírica para elaboración de propuestas de mejora pública.

Hasta ahora nuestra agenda de investigación se ha realizado sin financiamiento alguno, por el compromiso que adquirimos como profesionistas y ciudadanos interesados en aportar a nuestro entorno. Sin duda, la tarea ha sido titánica y sólo a la distancia se observará si hubo algún eco. Optamos por invertir en engrosar la ciudadanía y el debate público. ¿Estaremos hablando a un pueblo fantasma?

Aquí el artículo completo:

Corrupción y votos, a quién le interesa la rendición de cuentas, 10mzo15

 

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