Mientras en el PAN hubo incapacidad para negociar y lograr la aprobación de reformas como la laboral y educativa siendo gobierno, el PRI ha aprendido el mensaje político y democrático que implica el “bono democrático”, coincidieron las analistas Maricarmen Nava y Maite Azuela.
En entrevista para La Silla Rota, que conduce el periodista Felipe de Jesús González y se transmite este lunes a las 22:00 horas, por los canales 125 de Cablevisión y 234 de Sky, las analistas políticas expresaron que los partidos ya entendieron cuando paralizan los cambios hay un costo político que la ciudadanía está exigiendo.
Azuela consideró que se está legislando bien, aunque hay periodos legislativos “muertos” en términos de aprobación, pese a que las comisiones trabajen.
“Hemos vivido en estos últimos cuatro meses, quizá, por lo menos algunas luces interesantísimas de cómo se están regenerando las instituciones autónomas en términos, por ejemplo, del Ifai, de dotarlo de mayor autonomía y fortalecerlo, porque no tenía dientes”, señaló.
En tanto, agregó, en el gobierno de Felipe Calderón empujó con la ley de Contabilidad Gubernamental y municipal, obligaciones que era “inaudito” imaginar.
Nava señaló que el hecho de que con Calderón no se aprobaran las reformas y en el inicio del sexenio de Enrique Peña Nieto sí es parte del “bono democrático” que implicó el regreso del PRI al poder, así como la necesidad del partido en el gobierno de legitimarse.
“La habilidad que tienen es haber tomado los temas más controvertidos y poder dar una respuesta en la arena legislativa. Entonces, se dedicaron a hacer un tejido de negociación con el resto de los partidos políticos prácticamente al día siguiente de la toma de posesión de Peña Nieto firman el Pacto por México, se adhiere el PAN, el PRD y una semana después están presentando la iniciativa de reforma educativa”, sostuvo.
Agregó que hay un aprendizaje político y democrático de la dinámica de competencia, que permite a los actores, “empujar, negociar y sacar resultados” ciudadanos.
A su vez, Maite Azuela dijo que en los gobiernos del PAN hubo incapacidad para negociar, además de que lo tomaron con mucha calma, aunque era minoría.
“Pero pudieron tener acercamientos importantes entre los grupos parlamentarios y haber empujado reformas que no sólo se concentraran en las que ya conocíamos, como la fiscal y la laboral, que estaban paralizadas”, subrayó.
Sostuvo que los partidos ya entendieron cuando paralizan los cambios hay un costo político que a ciudadanía está exigiendo.
“De cierto modo, PAN y PRD ha actuado generosamente con el PRI”, recalcó.