La metamorfosis del Partido Acción Nacional (PAN) es clara: su militancia creció cuatro veces entre 1999 y 2011, para contraerse en enero de 2013 a la quinta parte. Regresó a los resultados electorales de 1994 a nivel federal: obtuvo uno de cada cuatro votos ciudadanos. Es casi del tamaño que tenía en 1999 (358 mil panistas).
Encabezó la Presidencia de la República de 2000 a 2012. Los resultados electorales que tuvo en 2012 son avasalladores: en 31 entidades se perdieron votos respecto de la elección presidencial de 2000. Las mayores caídas se ubican en los estados donde creció más el panismo: Distrito Federal y Morelos (-60%), Estado de México (-58%), Chihuahua (-49%), Chiapas (-39%) y Guanajuato (-33%). Solo Sinaloa incrementó su votación respecto a 2000 (5.5%) y redujo su militancia (-16 por ciento).
La descomposición de la vida interna del PAN reúne tres elementos: (1) la deslegitimación de los procesos de obtención de candidaturas, (2) el incremento de la militancia sin crear simpatías ciudadanas genuinas y (3) la centralización gradual por parte de grupos afines al presidente de la República de las decisiones y dirigencias partidistas estatales y nacionales y, en algunos casos, incluso de los comités municipales.
Acción Nacional ha sido el único partido que abre sus procesos de elección de candidaturas y consejerías, que formaliza sus reglas de competencia y participación interna y publica su registro nacional de miembros. Pero poco a poco, el pan abandonó sus procesos democráticos para recurrir cada vez más a la designación como forma de elección. El atentar contra su vida interna, contra sus procesos de participación, orilló al pan a operar contra sí mismo.
Aquí texto completo del ensayo en la Revista Este País de Febrero 2013:
Ensayo Acción Nacional doce años desempeño electoral, Este País feb13