CIUDAD DE MÉXICO.

A dos semanas de las votaciones para elegir a 60 de los 100 integrantes que tendrá la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, no se percibe un interés entre la ciudadanía por el actual proceso electoral.

A pesar de que las campañas iniciaron desde el pasado 18 de abril, muchos capitalinos aún desconocen por quién se va a votar el 5 de junio y las tareas que tendrá a su cargo el órgano redactor de la Carta Magna capitalina.

Un grupo de politólogos y sociólogos entrevistados por Excélsior coincide en que este desencanto por las elecciones se debe a que autoridades como el Instituto Nacional Electoral (INE), no hicieron un esfuerzo de difusión suficiente, lo que se suma a un desgaste de las administraciones perredistas en la ciudad, un escepticismo y molestia generalizada de la población, y el bajo nivel de la propaganda política que, además resulta confusa y crea expectativas que no se van a concretar.

El INE no ha sabido transmitir un mensaje claro sobre la relevancia que tiene esta elección para la Ciudad de México. Ha hecho algunos foros y talleres, pero en términos de comunicación masiva no se ha logrado transmitir un mensaje claro”, aseguró Pilar Berrios Navarro, doctora en Sociología por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

No supieron ciudadanizar la información, hacerla simple para poder comunicar cuál es la importancia de una Constitución y son muy pocos los que saben cómo se va a conformar la Asamblea Constituyente”, afirmó la politóloga María del Carmen Nava Polina, fundadora y directora del Centro de Investigación Visión Legislativa.

Para el también politólogo Marco Cancino Cordero, director general de Inteligencia Pública, el paso que no dio la autoridad electoral fue explicarle a los ciudadanos en qué se va a traducir esa Constitución y de qué forma lo plasmado en la Carta Magna podría traducirse en una mejora en servicios, seguridad y otros temas, en el mediano y largo plazo.

La esencia de una Carta Magna, explica Rafael Estrada Michel, abogado constitucionalista y director general del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), es “dar cimiento, fundamentar el orden jurídico de una comunidad. La Constitución de la Ciudad de México más bien reglamentará el artículo 122 de la Constitución General de la República”.

Sobre la insuficiente difusión, Nava Polina señaló que faltó voluntad política y, el  presupuesto, no se invirtió de la mejor manera.

¿Por qué gastan muchísimo dinero en un proceso electoral y resulta que el INE no comunica de la mejor manera? Los spots de partidos y candidatos están sesgados, están contaminados entre lo que sí puede hacer la Constitución y las expectativas de la gente”.

Berrios Navarro consideró que también hubo una falla de origen, pues la Constitución surgió de una reforma política donde la idea original era que fuera un mero trámite administrativo: mandar una iniciativa a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal y ésta la aprobaba, como una reforma más.

Para la socióloga, esa falla de origen no se revirtió: “no hay un liderazgo claro en términos de lo que se pretende” a pesar de que al final la Reforma Política estableció que se crearía una Asamblea Constituyente, integrada por 60 miembros electos y 40 designados que elaborarían la Constitución.

Eso provocó que no se lograra traducir el proceso del Constituyente en un nuevo pacto social entre sociedad civil y clase política “al estar tan fragmentada la clase política, no logró convocar a la creación de ese nuevo pacto”, expuso.

Abundó que si se compara el proceso constituyente que se está viviendo con el que han vivido países sudamericanos hay una diferencia central.

En esos países hay una relación muy estrecha entre los partidos políticos y los movimientos sociales. Hoy en día en la Ciudad de México los partidos políticos están en una dinámica y los movimientos sociales en otra”, opinó.

Esta realidad, argumentó, tiene qué ver con un desgaste a partir de tres administraciones del mismo partido: “esos discursos que sí quedaron grabados en la ciudadanía de ‘una ciudad de los derechos, una ciudad para todos’, en la administración actual se ha desdibujado”, indicó.

PROPAGANDA CONFUSA Y ANODINA

En estos días los spots de televisión y radio son el medio de contacto más directo entre los partidos y los candidatos independientes con los ciudadanos; sin embargo, los mensajes son confusos y muchas veces ofrecen cosas que no se pueden plasmar en una Constitución.

Entre las propuestas que ofrecen están acabar con el ambulantaje, internet gratis para todos y transporte ecológico, sin embargo de acuerdo al constitucionalista Estrada Michel, éstos son temas que corresponden a la legislación secundaria que expedirá la Asamblea Legislativa, pues en la Constitución pueden plasmarse sólo como principios.

Para Cancino Cordero, ante el vacío de información que hay y la poca difusión que hubo por parte de las autoridades electorales los partidos o los independientes no le pueden explicar a los ciudadanos en 30 segundos qué es una Constitución.

Optaron por decir ‘vota por mí porque vas a ver reflejadas tus necesidades en la Constitución; buscaron crear una identificación del ciudadano a necesidades específicas y ya”, sostuvo.

Nava Polina consideró que los spots son “una desviación, son generar una expectativa que la Constitución no necesariamente va a satisfacer”.

Por ejemplo, los anuncios del PRD prometen que con una beca-salario los jóvenes seguirán siendo “nuestro orgullo” o “para que la vida de nuestros adultos mayores y madres solteras sea digna, que el médico llegue a tu casa”.

Estrada Michel insistió en que éstos son temas que deben plasmarse en la legislación secundaria, no en la Constitución.

Según Berrios Navarro, el PRD está vendiendo estabilidad: “le dicen a la gente que vote por ellos para mantener los programas que tienen, pero no se explica cómo se relacionaría la Constitución de la Ciudad de México con la solución de los problemas de la gente”.

Sobre las consignas que usan algunos partidos en publicidad impresa, como “una constitución como una torta de tamal, de Movimiento Ciudadano, o el “Poder Chilango” del PRD, Nava Polina dijo que sólo son frases pegajosas para tratar de obtener el voto joven.

Es un gran segmento que está volátil y por eso lo están atrayendo con esos promocionales, pero están generando desinformación”, aseguró.

Sobre los spots del Partido Nueva Alianza que prometen resolver el tema del transporte y reducir la contaminación, indicó que son completamente engañosos, pues no le dicen a la gente cómo lo van a realizar.

Con respecto a la publicidad del PAN, expuso que se adentran más en los cómos: “hablan de que van a promover los derechos humanos de los adultos mayores y después explican a través de qué legislaciones lo piensan lograr”.

De Morena, señaló que tienen cosas atractivas en rendición de cuentas, pero tampoco han intentado explicar cómo las van a llevar a cabo.

Es paradójico que siendo la ciudad la zona del país donde la población está mejor conectada a los medios de comunicación, “haya unas campañas tan pobres en sustancia”, lamentó.

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